
¿Nos influye el entorno?
¿Nos influye el entorno?
Hoy quería escribir un post sobre el entorno de trabajo, compartiendo imágenes inspiradoras de espacios de trabajo bonitos, ordenados y bellos.
El entorno en el que trabajamos influye de manera notable en nuestros resultados, así como también nosotros influimos en él. Es un camino de doble sentido. Si trabajamos en un lugar bonito y organizado, lleno de cosas bellas, nuestra mente saldrá a volar, las ideas fluirán con mayor facilidad y seremos más productivos.
Pero tras leer este artículo me he dado cuenta: el entorno no sólo es material, también es personal y mental…No sólo nos influye el espacio, sino también lo hace la gente de la que nos rodeamos, la información de la cual nos nutrimos, lo que vemos, lo que leemos. Y es que ser capaces de elegir bien nuestro entorno, o modificarlo a uno más positivo puede ser clave para mejorar nuestros resultados. Tanto profesionales como personales.
El contexto que nos rodea puede ser de tres formas:
Material: El lugar en el que vivimos, nuestro barrio, nuestra casa, nuestro espacio de trabajo.
Personal: Las personas de las que nos rodeamos, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra pareja, nuestro equipo de trabajo.
Mental: Las creencias, la información, las noticias que nos llegan, las películas que vemos o los libros que leemos, lo que llega a nosotros a través de las redes, lo que pensamos.
Este contexto puede hacernos volar o paralizarnos, puede ser nuestro motor de empuje o puede hacernos dar marcha atrás… Pero no os preocupéis, somos nosotros los que elegimos nuestro entorno, incluso podemos modificarlo para hacer que sus efectos sean positivos.
Nuestro lugar de trabajo:
No es necesario mucho espacio para tener un lugar de trabajo inspirador y motivador, ni mucho menos es un tema de dinero o de lujos. Quizás lo más importante de todo sea el orden, la luz es un factor importante, pero la clave está en tener menos cosas sabiendo elegir bien, que estas sean necesarias, apreciadas y coherentes contigo. Bastará con deshacerte de las cosas que no usas, elegir bien las que quieres que se queden.
Sitúa tu taller en un lugar bien iluminado, con espacio de almacenamiento que no deje todo a la vista, una buena mesa y plantas que le den vida y ese contacto tan necesario con lo natural.
Si no trabajas en casa procura hacer pequeños cambios en tu lugar de trabajo, no será tan fácil pero seguro que tienes un pequeño margen de maniobra para hacer tu zona de trabajo más confortable y motivadora. Ordena tu mesa, coloca un tablero de inspiración, tira a la basura todos esos trastitos y papeles inútiles que has ido acumulando.
Esto no tiene porqué reducirse sólo al espacio de trabajo, amplíalo a toda la casa. Trata de tener un hogar más organizado, si necesitas ayuda para ello te recomiendo el libro “la magia del orden” de Marie Kondo.
Nuestro entorno personal:
Las personas sonrientes, motivadas, positivas, que no se quejan, que te inspiran, con las que todo se hace fácil. Esas personas nos contagian con su personalidad. Lo mismo pasa con las personas cenizas, las que critican y no paran de quejarse, aquellas que le encuentran pegas a todo, para las que nada es suficientemente bueno. Siento decirlo pero eso también se contagia, a todos nos pasa que depende de con quién hayamos estado nos vamos a casa con unas alitas en la espalda o con una nube negra en la cabeza…
Obviamente no siempre podemos elegir nuestros círculos, pero podemos minimizar su efecto, contrarrestando con mensajes positivos, y si vemos que eso no funciona detectando el “momento cenizo” y huyendo. Pero lo más importante es no dejar que nos afecte y sobre todo ¡no convertirnos en cenizos! Porque la influencia de las personas se acumula, y a la larga sus efectos se hacen visibles. Cada amigo, compañero o conocido nos influye de una manera u otra y va dejando un poso en nosotros. Trata de pasar el máximo tiempo posible con aquellas personas que te hacen sentir bien.
Nuestra mente:
Al igual que vigilamos lo que comemos también debemos ser conscientes de cómo alimentamos nuesto cerebro: las noticias, la publicidad, las redes sociales, pueden expandir o contraer nuestra mente. Elige cuál es la información que quieres que llegue a ella. Las noticias que ves en Facebook cuando haces scroll no suelen ser muy positivas ni tampoco inspiradoras. Reduce esas horas vacías y que te dejan con mal sabor de boca. No significa que necesariamente tengas que estar desinformado, ni mucho menos que anestesies tu mente. Simplemente procura alimentarla de cosas que sumen y no que resten, leer un ratito al día, escuchar música o ver una buena peli.
Procura dedicar unos minutos al día a pensar en ti, en cómo te sientes, en lo bueno que te ha pasado durante el día, esos detalles bonitos que a veces se nos pasan desapercibidos.
Y por último, tú también influyes en los demás:
Como he dicho al principio el entorno influye en nosotros así como nosotros influimos en el entorno, es un camino de doble sentido. Por lo que también debemos ser cuidadosos en como tratamos a los demás. Porque quizás seamos nosotros a veces los “cenizos” de los que estamos huyendo. Una sonrisa, una palabra amable puede hacer el día más agradable a las personas que tenemos alrededor.
Soy de la opinión de que todo lo que damos nos es devuelto en otras formas. Tratemos a los demás y a nuestro entorno de la misma forma en que nos gustaría ser tratados.
De verdad espero que este post no haya sonado a libro barato de auto-ayuda, tampoco me gustaría que sonara a sermón de domingo ni nada parecido. Simplemente son reflexiones que me hago a mi misma desde hace algún tiempo, pequeños cambios que intento poner en práctica en mi día a día y que realmente han conseguido que mejore mi productividad y mi estado de ánimo.
Y tú, ¿crees que es importante tu entorno en tu productividad? ¿influye la gente de la que te rodeas en la forma en la que te sientes? ¿te afectan las noticias o los libros que lees? déjame tu opinión en los comentarios, ¡estaré encantada de leerla!
Nota: Las fotos de esta entrada no están hechas por mí. Si queréis ver el autor sólo tenéis que hacer clic en cada una de ellas 🙂
Pero si es que parece que me lees el pensamiento, chiquiya. Yo tengo un espacio en casa donde hago mi bisutería, llevo un montón de tiempo estancada, sin hacer nada, sin que me salga ninguna idea,a ver, yo no hago las piezas, yo compro las fornituras y monto mis piezas a mi manera no fabrico todas las piezas, pero es que nada, no me salía nada. Me di cuenta de que mi espacio, el que yo dedicaba a todo eso me resultaba de todo menos cómodo, acogedor y/o inspirador. Así que le he dado un buen lavado de cara, y he hecho lo que has dicho, despejar, liberar de “trastillos”, utilizar los colores que me aportan serenidad, que no me distraen la mente tontamente, si no que hacen que acudan imágenes a ella. No poner cosas “porque sí”, porque hay que decorar, no, voy haciéndolo poco a poco. Y realmente noto ya el resultado, me siento infinitamente mejor y ya he empezado a pensar modelos nuevos. Y en cuanto al entorno familiar, social, y a nuestra forma de relacionarnos con los demás, totalmente de acuerdo, y de hecho hoy mismo que estoy teniendo en mi trabajo una situación algo “extraña”, y he estado pensando todo eso que tú dices. Claro que la gente nos influye, y más la más cercana, y nosotros también influimos y definitivamente sí, la negatividad se contagia, lo tengo comprobado. Así que cuando te he leído he pensado “a ver si en Lelelerele me han puesto una cámara oculta en el cerebro y saben lo que pienso” Oich!… Mira que me gustan tus posts eh? te lo había dicho ya? sí, ya sé que sí, pero te lo vuelvo a decir, ea.
Jejejeje, que gracia me ha hecho tu comentario 🙂
Estamos compenetradas!!!!
Oye, puedo compartir este post en mi página de face? Es que no sé si debo pedir permiso porque últimamente me han dicho que debo pedir permiso para todo, no se puede publicar nada sin que se pida antes. Yo que sé, yo lo hacía sin pedirlo porque pensaba que se podía. No me refiero a copiar yo el texto y pegarlo, eh? sino a copiar el enlace a tu post y que entren directamente a tu blog. Es que me gustaría porque me resulta muy interesante. Tú que dices?
Yo si lo compartes estoy encantada!!! de hecho así das a conocer mi trabajo y mis posts a más gente y para mi eso es lo meeeejooor!!! ^^
Mil gracias por leerme siempre y por tus comentarios encantadores Lourdes 🙂
Me ha gustado mucho como has planteado el post. He visto muchos post dando inspiración para el espacio de trabajo (que me gustan también porque las cosas bonitas siempre gusta verlas), pero tú has ido más allá hablando de la gente que te rodea, lo que lees e incluso pensando también en uno mismo. Esto último es algo en lo que suelo pensar muy a menudo. Yo siempre he sido un poco “ceniza” y me esfuerzo cada día por serlo menos. Cuesta mucho, porque un poco va con el carácter y otro poco creo que también se trata de un vicio, pero merece la pena intentar ser mejor. A la larga es bueno para uno mismo y también para los demás. Besossss
Yo también he sido muy negativa toda mi vida. Y tienes razón que mucho de ello va con el carácter… Aunque me he dado cuenta que con pequeños cambios se consigue frenar la negatividad y mejora mucho el estado de ánimo. Por eso me gusta hacer este tipo de reflexiones 🙂
Casi siempre es más importante nuestra reacción a lo que nos pasa, que en si lo que nos pasa!
Un abrazo!!!